martes, 29 de mayo de 2012

Code Zombie (parte 3)

Code Zombie (tercera parte)

Finalmente la tercera y última parte de este fic, dedicado a Halloween. Espero que os guste.

Yumi y Ulrich vigilaban la entrada del garaje mientras Jeremy, Aelita y Odd se incorporaban dentro del coche. Una vez sentados y con los cinturones puestos, ellos dos también entraron. Tenían mucha suerte de que las botas de Yumi, tuvieran algo de plataforma, que sumada con su altura, llegaba perfectamente a los pedales, y junto a ella su copiloto le daba algunas indicaciones.

Pisó el acelerador, haciendo que el coche se estrellara contra la pared trasera del garaje. Enseguida se recuperaron del golpe y cambiando de marcha, volvió a pisar el acelerador con fuerza.

-¡¡¡Dale caña!!!- gritó Odd desde el asiento trasero, con tanto alboroto estaban atrayendo a más de la mitad de los zombies que vagaban por la tenebrosa ciudad, sin embargo ya no les importaba, pues escaparían de allí e intentarían alejarse tanto como fuera posible.

-Ahora mismo- miró en el retrovisor para hacer unos cálculos y cuando varios estaban a punto de abalanzarse contra el vehículo, dio nuevamente marcha atrás golpeándolos con fuerza.

-¡¡Así se hace!!- gritaron los cuatro a la vez.

-Esto para desahogarse es lo mejor- les dijo contenta- sigamos adelante- cambió de marcha y avanzaron por la mitad de la carretera. La ventaja de que fueran por ahora los únicos supervivientes, les venia muy bien, ya que no había nadie más en la carretera, y era más cómodo a la hora de conducir, ya que aun era toda una principiante.

-Vas muy bien, ya casi ni te sales de tu carril- la animó Ulrich, conducir debía ser una pasada, pero llevaban así tres horas y seguro que era algo agotador.

-Sí, ¿os habéis fijado en que a las afueras no hay ningún zombie? es  un poco extraño.

-Es verdad, ¿y si solo estuvieran en nuestra ciudad? Todavía habría gente viva- se emocionó Aelita.

-No creo, todo esto es demasiado tranquilo, además hubieran tomado medidas de seguridad para poner en cuarentena nuestra ciudad, sin embargo no lo han hecho, así que hay un 80% de posibilidad de que se hayan extendido por todo el mundo- aclaró Jeremy con los cálculos que había hecho tras ese comentario.

-Entonces solo nos queda seguir huyendo hasta que nos atrapen y caigamos de uno en uno, como le pasó a Sissi, ¡¡¡eso fue mundial!!!- gritó Odd.

-¡¡¡Odd!!!- le reprocharon los cuatro a la vez, su compañera, no había sido de las mejores, ni de las más amables, pero ese destino jamás se le desearía a nadie, por mucho que se le llegue a odiar a una persona.

-Es que me aburro mucho, y no sé en qué pensar, todavía es medio día, ¿Dónde pasaremos la noche?

-Aun no lo hemos decidido- respondió Ulrich- Ya han pasado 3 horas desde que salimos, quizá deberíamos parar un rato a estirar las piernas, además Yumi estará cansada- a él no le importaba cubrir su puesto durante un buen rato, aunque suponía que ella no lo aceptaría, por el hecho de ser la más mayor de los cinco y por su responsabilidad.

-No, por mi no os preocupéis, estoy perfectamente.

-Vale, entonces pararemos en la próxima gasolinera- decidió Aelita, Yumi la miró por el retrovisor, sin estar totalmente de acuerdo con la idea de su amiga- ¿quién está de acuerdo conmigo?- los tres chicos, incluida ella alzaron la mano tan alto como pudieron, sacándole una bonita sonrisa a la conductora.
A dos kilómetros, el coche tomo la primera salida camino a la gasolinera, con cuidado aparcó al lado de los surtidores, todos se bajaron y a cada uno se le dio una tarea para que hiciese.

-Yo me quedaré junto al coche, llenando el depósito y cuidando que nadie ni nada se acerque- dijo Yumi.
-Me quedo con ella- avisó Ulrich, abriendo el tapón del depósito del coche.

-Yo necesito ir al servicio, ¿me podéis acompañar? Me da miedo ir sola- les dijo Aelita a Odd y a Jeremy.

-¡A tus órdenes princesa!- se puso una mano en la frente, y los dos se fueron con ella, dentro de la tienda situada allí.
Aelita se encerró en uno de los baños y tras levantar la tapa, vomitó como nunca lo había hecho, odiaba viajar en coche, pero no quería que nadie se preocupara por ella.

-¿Estás bien? Eso no parece tener muy buena pinta- preguntó Odd desde la puerta, él y Jeremy vigilaban como dos soldados- espera aquí un momento, voy a coger algo de comer, vigílala bien ¿vale?- salió por la puerta al final del pasillo, a otra sala un poco más grande, llena de estanterías con productos. Con varias bolsas de plástico llenas de todo lo que había pillado, se dispuso a avisar a sus dos compañeros de que estaba listo, cuando vio una caja de sus galletas preferidas, era la única que quedaba y se agachó para cogerla. Una mano se apoyó en su hombro derecho.

-Ya voy Jeremy- sin querer se le había caído un bote de mayonesa que había al lado y estaba colocándolo bien, pero la mano empezó a apretarle con cada vez más fuerza- ¿Jeremy? Me estás haciendo daño, ¿desde cuándo eres tan fuerte?- levantó su vista hasta el individuo quedándose helado en esa posición. Sin pensarlo dos veces, alcanzó el bote de cristal lleno de mayonesa que anteriormente se había caído y se lo estrelló en la cabeza. Se dirigió a los servicios para decirles lo que le había pasado, pero ellos tampoco estaban muy bien. Uno tenía agarrado a Jeremy de la pierna y este le daba patadas con la pierna que le quedaba libre. Aelita no parecía estar mejor, otro de ellos la apresaba contra la pared intentando morderla. Odd se acercó hasta donde estaba ella y de una patada dejó al zombie en el suelo. Después ayudó a su otro amigo, empujando al enemigo contra el suelo y aplastándole la cabeza hasta que esta estallara y los manchara a todos de una sustancia verde.

-No hacía falta hacer eso- le reprochó Aelita que se tapaba la boca con las manos para evitar vomitar otra vez.
Cogió a cada uno por un brazo y los arrastró hasta la salida, estaban a punto de salir, pero Jeremy se tropezó con algo, y se llevó una mano a la pierna para quedarse atónito al observar una mordedura un poco mas debajo de lo que era la rodilla. Aquel estúpido zombie debió habérselo hecho hace un momento y él sabía de sobra lo que significaba eso, unas horas y sería igual que ellos.

-Vamos Jeremy, salgamos rápido de aquí- le suplicó Aelita al darse cuenta de lo que pretendía.

-No…… este es el fin para mí, y prefiero morir así que convertirme en un monstruo- explicó a sus compañeros que se sorprendieron con lo que estaban escuchando. Se puso de espaldas a los enemigos y tras mirar por última vez a sus amigos, empujó con todas sus fuerzas una estantería  hacia él.
Aelita tras observar la escena se llevó las manos a la boca, no podía dejar de llorar, habían perdido a otro compañero y ella no había hecho nada para evitarlo. Odd que tampoco se lo creía la cogió de la cintura y tras poner a Aelita sobre su hombro salió corriendo de allí, gran parte de los zombies habían sido sepultados junto a Jeremy pero algunos todavía seguían en pie.
Yumi había acabado de llenar el depósito y se disponía a sentarse sobre el capó del coche mientras esperaban a los demás.

-Si lo miras por el lado bueno, podemos hacer lo que queramos sin que nadie nos lo impida, y tampoco tenemos que pagar nada- Yumi sonrió por el comentario Ulrich era un buen amigo y se lo pasaba muy bien hablando con el.
Él en cambio adoraba esa sonrisa tan sincera, no podía creerse todo el tiempo que había estado en Kadic y no haber hablado jamás con ella, seguro que se hubieran hecho amigos en seguida.

-Yumi, yo………quería decirte que……-un gritó de dolor los sobresaltó, Yumi temiéndose lo peor, se iba a dirigir hacia la tienda pero Ulrich la detuvo gritándole que subiera al coche de inmediato, ella asintió al distinguir la silueta de Odd y Aelita corriendo hacia ellos.
Ulrich en cambio, cogió la manguera del surtidor de gasolina y roció todo con este líquido, cuando los tres se habían montado ya en el coche, le dijeron a Yumi que arrancase y Ulrich tras sacarse una cerilla que guardaba en su bolsillo, prendió fuego y la tiro al comienzo del camino que había trazado.
-¡Corre!- le insistió, Yumi pisó el acelerador con todas sus fuerzas y salieron disparados por la carretera, Odd, Aelita y Ulrich se giraron para contemplar la terrorífica explosión y Yumi lo hizo a través del retrovisor.

-Que le ha pasado a Jeremy- se atrevió a preguntar Ulrich, sabia que no había sobrevivido pero quería saber lo que había pasado. Aelita quiso contárselo pero en seguida empezó a llorar de nuevo, Odd la abrazó y comenzó a hablar.

-Cuando acabé de coger algo de comida, me atacaron y supuse que Aelita y Jeremy estarían también en problemas, fui hasta donde ellos y cuando nos deshicimos de los zombies Jeremy nos enseñó una mordedura en la pierna, después de eso hizo caer una estantería sobre el y varios enemigos, no quería ser como ellos.
Todos bajaron la mirada tristes, ninguno dijo nada, otra larga y amargosa noche se acercaba y debían decidir lo que hacer.

-Solo tenemos dos opciones, las dos son arriesgadas- comenzó Yumi con un tono mas severo, cada muerte le dolía aun mas que la anterior y apenas seguía teniendo la  esperanza de sobrevivir- la primera sería continuar con el viaje aun siendo de noche, creo que es la mas arriesgada, y la otra sería aparcar el coche en el arcén y pasar la noche en completo silencio.

No se lo pensaron dos veces, decidieron pasar la noche e intentar dormir un rato, la otra opción podría ser mas arriesgada, con las luces del coche atraerían a mas enemigos y no se les ocurría luego una solución para deshacerse de ellos.
El coche era bastante espacioso, Yumi y Ulrich habían echado hacia atrás su asiento para acomodarse un poco mejor y Odd había cedido parte de su espacio para que Aelita se pudiera tumbar, a él con estar sentado le bastaba.
Alguien gritaba su nombre, pero todo estaba oscuro, no podía ver nada. Poco a poco su espacio visual se aclaraba dando paso a un gran sala llena de aparatos tecnológicos, pero algo le llamó la atención. Era un cilindro enorme decorado con una luz celeste, Yumi se acercó hasta el queriendo examinarlo mejor. Posó la yema de sus dedos sobre el y varias caras que le resultaban conocidas se acercaron hasta esa parte.

-Yumi…..tu me has dejado morir…….- repetían una y otra vez las distintas cabezas de gente conocida, aquello empezaba a asustarla, incluso su familia también apareció, reprochando su muerte, sus padres, su hermano, todos culpándola a ella, se sentía tan mal por todo aquello, de alguna forma sabia que era culpable. Sus piernas comenzaron a temblar y empezaba a perder el equilibrio, toda la sala estaba temblando, observó sorprendida como iba a morir aplastada por la enorme figura cilíndrica, fue en ese momento cuando abrió los ojos de golpe, había sido un sueño. Pero aun así el terremoto no había cesado, solo veía a otra persona mas cerca suyo, gracias a los pequeños rayos de la luz de la luna.

-Shhhhh- le dijo la figura de al lado suyo, captando toda su atención- nos han encontrado- le susurraba, era Ulrich, ahora lo recordaba se había quedado dormida en el coche- no debemos hacer ningún ruido, así pensaran que el coche esta vacío y se irán.

-Y ¿Cómo están ahí atrás?- preguntó Yumi refiriéndose a sus otros dos compañeros.

-Me parece que necesitan un poco de intimidad- Aelita se sonrojó al oír eso, la verdad es que estaban colocados de una forma un poco comprometedora. Odd se había tirado sobre ella asustado por el ruido y ahora no podían moverse, era necesario moverse lo menos posible.

-¿Seguro que estas bien?- le preguntó Odd por segunda vez, le preocupaba que pesase demasiado y la estuviera aplastando.

-Si, por suerte eres muy delgado y no pesas casi nada, pero intenta no clavarme la rodilla ¿vale?- sus rostros estaban muy cerca y Aelita agradecía una y otra vez que todo estuviera oscuro.

-Lo siento, pero soy esbelto- dijo el intentando echarse a un lado con cuidado, de repente el coche estaba quieto y totalmente silencioso- se han ido ya- aseguró levantándose despacio.

-No se porque pero esto no me convence- aportó Yumi- aquí hay algo mas…

Otro golpe aun mas fuerte los sacudió, Odd cayó bruscamente sobre Aelita plantándole un beso, lo que la dejó sin palabras, pero en la parte de adelante no corrieron la misma suerte que ellos. Ulrich consiguió agarrarse a algo para no golpearse, Yumi en cambio se hizo una brecha en la frente al darse con el volante.
Su cabeza rebotó y cayó sobre el asiento desorientándose un poco. Ulrich que la vio en ese estado se alarmó. Puso la mano en su nuca y la levantó un poco.

-Yumi ¿estas bien? ¡Dime que estas bien!- le decía sobresaltado al ver como se deslizaba una gota de sangre a lo largo de toda su cara.

-¿Qué hora es?- fue lo único que preguntó ella, volviéndose a sentar adecuadamente en su asiento.

-Las cinco de la madrugada, ¿por que preguntas eso ahora?- dijo Ulrich sin entender a que se refería.

-¡Abrochaos los cinturones!- gritó alto, giró la llave poniendo el motor del vehiculo en funcionamiento y apretó el acelerador arrancando el coche y volviendo al camino de la carretera.

-Déjame a mi conducir, tu no estas en condiciones para hacerlo- la intentó convencer Ulrich.

-Si paro ahora nos cojeran- dijo poniendo especial atención al camino- dentro de unas horas será de día y quizás podamos parar en el siguiente pueblo.

-¿Estas herida Yumi?- quiso asegurarse Aelita se lo había imaginado por los gritos de Ulrich, antes, incluso se le olvidó lo que había pasado hace un momento.

-No, no es nada grave…

-¡¡¡Yumi!!!- gritó Ulrich al ver como perdía la consciencia y caía hacia un lado, Odd la sujetó desde atrás y Ulrich cogió el volante manteniendo de nuevo el coche dentro de la carretera.
Cuando despertó estaba en una sala blanca, giró un poco la cabeza para ver a Ulrich que dormía sobre la cama en la que ella estaba, se sonrojó al ver que la cogía de la mano.

-¡Por fin te has despertado!- dijo Odd mientras vigilaba por la mirilla de la puerta.

-¿Que ha pasado?- su voz sonó ronca y enseguida se aclaró la garganta.

-Has estado inconsciente 6 horas, te hemos traído a una de las habitaciones mas limpias del hospital que hemos encontrado en esta ciudad y estoy vigilando por si viene alguien.

-¿Yumi? ¡Estas despierta!- Aelita que hasta hace un momento estaba dormida en una silla cerca de la ventana se levantó contenta y fue a abrazarla despertando también a la otra persona que estaba junto a Yumi.- menos mal pensaba que no despertarías…..

-Yo creo que el que mas preocupado estaba era Ulrich, se ha pasado todo el rato junto a ti sin separarse un momento- la informó Odd.

-Gracias, Ulrich- dijo Yumi sonriendo, se preocupaba demasiado por ella.

-No ha sido nada, me alegro de que estés mejor- aguantó las ganas que tenia de abrazarla y estrecharla entre sus brazos, le había dado un buen susto cuando se quedó   inconsciente mientras conducía.

-Bueno pues ¿porque no vamos a buscar algo de comida?- propuso Odd.

-¿Qué ha pasado con lo que conseguiste en la tienda de la gasolinera?- preguntó Aelita.

-Pues……..me lo……comí cuando estabais durmiendo.

-Entonces salgamos a por comida, de todas formas no podemos quedarnos mucho tiempo aquí, porque nos acabarán encontrando tarde o temprano.

Se desplazaban sigilosamente por las calles bacías, era extraño que no hubiera ni siquiera un asqueroso zombie de esos, quizá la ciudad fue abandonada y no dio tiempo a que nadie se infectara.

-Podemos probar suerte en la tienda que esta cerca de donde hemos aparcado el coche, también parecía estar deshabitada- propuso Ulrich.

-Bien, y ¿Dónde lo habéis aparcado?

-Mas o menos creo que en el centro de la ciudad

-¿¡Que!? ¿Como no lo habéis dejado junto al hospital? ¡Os podían haber perseguido!

-Eso les dije yo- comenzó Aelita- pero dado que se nos pinchó la rueda del coche y estabas perdiendo bastante sangre no había otra salida, sin embargo no ha pasado nada- sonrió para tranquilizarla, aunque Yumi ya no le hacia caso en absoluto, miraba fijamente a una casa en muy mal estado- ¿Yumi? ¿Qué te pasa?

- No se porque, pero ese sitio se me hace muy familiar….-empezó a caminar hasta adentrar junto a ella a todo el grupo.

La primera planta tenía aspecto de una casa normal, aunque demasiado desordenada y sucia, tenía pocos muebles y la mayoría estaban rotos, en la entrada había una estrecha escalera que seguramente llevaría a la parte de arriba, pero destacaba aun más otra escalera que estaba oculta por una alfombra agujereada. Yumi se agachó para hacerla a un lado y levantar la trampilla con la ayuda de Ulrich. Un profundo olor a cerrado llegó hasta ellos.

-Buff, que tufo, hasta los pies de mi abuela huelen mejor- soltó Odd otro de sus típicos comentarios.

-¿Seguro que es buena idea bajar ahí abajo? No sabemos lo que podemos encontrar.

-No se, pero tengo la sensación de que hay algo importante aquí.

-Bien entonces bajemos, pero después encontraremos comida y nos iremos de aquí cuanto antes- todos asintieron y bajaron las escaleras, observando todo con mucha atención Yumi se sorprendió al darse cuenta de que aquel lugar se parecía mucho al de su sueño.

-Hay dos pasillos, ¿por cual vamos?

-Odd y yo iremos por aquí, vosotros ir por el otro lado, nos encontraremos al pie de las escaleras.

-Vale.


Con Aelita y Odd:

-¿Qué es esto?- una sustancia pegajosa y de color verde se extendía por las baldosas del suelo, siguieron el rastro hasta llegar a una pequeña sala llena de maquinas, ordenadores y algunas capsulas de cristal con mas de ese líquido. Algunas de las capsulas estaban rotas y rajadas, pero aun se conservaban algunas en buen estado.

-No lo se, pero es muy pringoso- dijo Aelita levantando un pie para ver como goteaba su zapato, en ese momento perdió el equilibrio y aunque intentó no caerse y Odd corrió hasta ella para sujetarla, cayó sobre una mesa llena de cables y botones.

Un ruido horroroso los sobresaltó al momento, los dos se giraron hacia las capsulas de cristal que se acababan de abrir esparciendo mas cantidad de esa mucosidad. Una especie de cuerpos  fueron arrojados al mismo tiempo.
Aelita al igual que Odd estaba petrificada, se acercaron despacio hasta ellos, aunque Odd situó a Aelita tras el para protegerla si pasaba algo, pues eso parecía una de las típicas películas de miedo en la que le tocaba asustarse al acercarse demasiado, pero no fue así. La que se asustó fue Aelita.

-¡¡Odd!! ¡¡Ayúdame!!- gritó con todas sus fuerzas, la habían agarrado por el tobillo, él se dio la vuelta y golpeó al bicho con su pie izquierdo extirpándolo contra es suelo y haciendo que les salpicara.- ¡Detrás de ti!- volvió a gritar para advertirle.

-Estos bichos son aun más feos, y encima se arrastran por el suelo, no te separes de mi Aelita.
Cogió un trozo de tubería que había en el suelo y golpeó a diestro y siniestro. En uno de sus golpes se le escapó de la mano, Aelita fue a por el arma y aunque Odd intentó detenerla ella siguió corriendo para alcanzarlo. Lo agarró por un extremo y tiró pero no lo consiguió, en el otro lado también tiraba uno de los bichos. Aelita forcejeó aun más fuerte haciéndose con el objeto pero cayéndose de espaldas al suelo. Odd al verla así de indefensa corrió hasta ella derribando de un empujón al enemigo. Sin embargo lo acorralaron y por mucho que luchaba por zafarse de sus garras, entre unos cuantos lo retuvieron en el suelo. Aelita aterrorizada pedía ayuda, pero nadie acudía a ellos.

-¡Aelita, vete de aquí! ¡Corre, antes de que te atrapen!

-¡No! Yo…..no puedo dejarte Odd, porque…..te……¡te quiero!- Odd consiguió oírla a duras penas y sonrió ligeramente antes de caer inconsciente en un profundo sueño del que no volvería a despertarse. Aelita llena de rabia corrió hacia el y con un doloroso chillido se lanzó contra los enemigos golpeándolos con todo lo que pillaba.


Con Ulrich y Yumi…

-Esta sala……es como la de mi sueño…….-se acercó hasta la grande figura del medio que aparecía en su sueño y la acarició con sus dedos sudorosos, pero nada ni nadie aparecía.

-Mira lo que he encontrado- llamó su atención, Ulrich, tenía un pequeño cuaderno de notas en la mano, lo abrió y pasó unas pocas páginas, estaba deteriorado por el tiempo, pero aun era legible- esto parece una especie de diario.

Yumi comenzó a leer en alto lo que ponía en los apuntes- “Por esa razón hoy hemos comenzado con el nuevo proyecto, mediante el cual se podrá controlar a los animales sin tener que entrenarlos personalmente. Como es normal utilizaremos ratas de las alcantarillas para empezar a experimentar…..”- después de leer este trozo el resto estaba borrado, pasaron otras cuantas páginas con la intención de encontrar algo mas, y casi al final del cuaderno encontraron algunos apuntes mas- “El experimento parecía ir bien, pero las ratas se han vuelto agresivas y es difícil mantenerlas a raya, hemos tenido que cambiarlas tres veces de jaula, ya que rompían los barrotes de estas” Ya no aparece nada mas escrito, ¿crees que luego se escaparían e infectarían a la gente?

-Seguramente, y gracias a ellos mira como estamos, prácticamente se han cargado a la humanidad.
Fue entonces cuando oyeron un grito del otro lado del pasillo, por el que se dirigieron Odd y Aelita.

-Les ha pasado algo, tenemos que ir a ayudarlos- dijo Ulrich, Yumi asintió y se dispuso a ir con el hasta sus compañeros, pero alguien la llamaba y se volteó.

-¿Hiroki?- dijo asombrada al ver a su hermano al final de la sala entre la oscuridad.

-¿Qué pasa Yumi?- Ulrich observó como ella se acercaba hasta el sospechoso y algo en su interior le dijo que la detuviera o la perdería para siempre- ¡espera, no sabemos si puede ser peligroso!

-¿Como nos podría hacer daño? ¡Es mi hermano, Ulrich! Tengo que sacarlo de aquí- se acercó hasta el y tras arrodillarse lo abrazó con fuerza, varias lágrimas de felicidad salieron de sus ojos, su hermano estaba vivo y lo sacaría de allí como fuera.

- Y ¿Cómo explicas que haya llegado desde tu casa hasta aquí y el solito?- Yumi abrió los ojos y se separó un poco de el agarrándolo desde los hombros, le apartó el mechón de pelo que caía sobre su cara para mirarle fijamente.

-Hiroki, tu no………-sin darle tiempo a reaccionar pegó un salto acortando la distancia que los separaba y los dos cayeron al suelo. Ulrich corrió para ayudarla a quitárselo de encima, lo arrojó contra la pared y se pasó el brazo de ella por detrás del cuello para dirigirse a la otra sala en busca de ayuda, aunque cuando llegaron no pudieron creer lo que veían- hemos llegado tarde, y todo por mi culpa, si nos hubiéramos ido cuando tu dijiste….

-Ahora ya no importa, salgamos de aquí antes de que nos cojan a nosotros también- subieron las escaleras tan rápido como pudieron y entraron en un coche abandonado que encontraron cerca de allí- nos vamos de aquí ¡ya!

Anduvieron durante horas por la larga carretera, no se volvieron a hablar desde la última vez, Yumi no hacia mas que mirar por la ventana mientras lloraba silenciosamente.
Un dolor punzante hizo que soltara un pequeño gemido de dolor, llevándose la mano al hombro.

-¿Estas herida?- preguntó Ulrich al oírla.
Se levantó cuidadosamente la manga para observar aterrorizada la mordedura que tenia, toda la zona había obtenido un color morado y se iba extendiendo a lo largo de todo el brazo, en unas horas no quedaría nada de ella.

-Para el coche Ulrich, quiero bajarme- le ordenó, pero el no le hizo caso- ¿quieres morir tu también o que? Tienes que dejarme bajar.

-No, tu no estas infectada y te quedarás conmigo aquí- sus ojos se estaban enrojeciendo y no soportaba las ganas de llorar que tenía, de golpe paró el coche y sin dejar que bajara, la abrazó fuerte, desahogándose, tanto él como ella, lo que harían a partir de ahora, debían pensarlo bien.

-Tienes que dejar que me baje- le repitió dulcemente, acariciando su rostro.

-No puedo dejar que hagas eso, porque no quiero que te separes de mi, me……..me gustas mucho Yumi- soltó de golpe.

-Yo también te quiero pero…..- se acercaron poco a poco, aunque Yumi se separó antes de que se besaran, si hacían eso el también se contagiaría- No, dejémoslo así, ahora déjame ir.

Ulrich entrelazó sus dedos entre su pelo de color azabache y la atrajo hasta él fundiéndose en un dulce beso, después se abrazaron durante unos minutos.

-Eres idiota- le dijo ella, refiriéndose a lo que acababa de hacer.

-Seré un idiota, pero a ti te gusta este idiota ¿no?- Yumi sonrió, estaba contenta porque lo que sentía era correspondido de la misma forma- Sabes, yo paso de convertirme en un zombie asqueroso, prefiero morir de otra forma que de hambre por comer carne humana.

-¿En que piensas exactamente?- intentando leer sus pensamientos

-¿Ves ese bosque de allí? Creo que al final de todo hay un precipicio…
Condujo esquivando algunos árboles hasta situarse frente al precipicio, se miraron a los ojos unos instantes y se abrazaron fuerte.

-¿Estas lista?- le susurró al oído.

-Si……te quiero Ulrich.

-Y yo a ti….- pisó el acelerador y envueltos en un cálido abrazo estrellaron el coche en el que iban.

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