martes, 29 de mayo de 2012

Code Zombie (parte 2)

Code Zombie (segunda parte)

Aquí os traigo la segunda parte de este fic, ya he decidido el final que tendrá y aunque habéis tenido distintas opiniones espero que os guste. Sea cual sea aquí va!


Como Jeremy había dicho, no tardaron mas de 5 minutos en poder divisar la tenebrosa casa. Entraron a toda prisa por la oxidada verja entreabierta y se adentraron a toda prisa con la esperanza de que nadie los hubiera seguido hasta allí.

Nada mas entrar, Yumi dio indicaciones para que todos cerraran y se aseguraran de que todas las entradas posibles quedaban bien obstaculizadas. En parejas de 3 y 4 personas inspeccionaron la casa. Yumi, Herve y Aelita en la parte de abajo, y el resto (Ulrich, Odd, Jeremy y Sissi) en la parte de arriba.

Aelita y Yumi conversaban cada una en un extremo, pues Herve se situaba constantemente en medio de las dos, había oído espeluznantes relatos acerca de ese lugar y el tener que pasar probablemente el resto de sus días allí metido……hacía que su corazón se disparase y sus piernas tiritaran.

-¿Crees que quedará algo de comida en esta casa?- preguntó Yumi a su compañera, probablemente tendrían que salir la mañana siguiente muy temprano para conseguir algo de comer.

-No creo, seguro que con el tiempo, si hubiese quedado algo, se hubiera descompuesto- entraron a lo que parecía el comedor, que tenía una gran mesa de madera, un poco agujereada, y cinco taburetes del mismo material, Yumi se sentó una a una en todos los asientos, para asegurarse de que aguantaran su peso. Pero el ruido de un objeto estrellándose contar el suelo hizo que los tres se giraran en dirección a la puerta que conectaba directamente con la cocina.
Yumi le susurró a Aelita que cuidara que Herve no gritase, el cual la abrazaba como si fuera la cosa que mas le importaba en el mundo.
Aelita asintió con la cabeza y abrazó a Herve intentando tranquilizarlo. Mientras tanto Yumi alzaba una silla que había cogido al lado de un armario y entró con cuidado.

Aquello era un desastre, el suelo lleno de barro y hojas de los árboles cercanos. Por suerte también había algunos platos y vasos en el fregadero.
Se dio la vuelta y no pudo evitar asustarse cuando vio que algo o alguien se disponía a agarrarla, por puro instinto estrelló su arma contra la cabeza de aquella persona.

-¡¿Pero que haces?!- le reprochó Herve a Yumi desde la puerta- has dejado inconsciente a Nicolas- era verdad, su amigo yacía inconsciente tumbado allí.

-Yo no sabía, el vino de repente y yo…..-trató de disculparse.

-No tienes perdón, has atacado a uno de los nuestros- tras decir esto se fue bufando en busca de los demás.

-No le hagas caso, tú no tienes la culpa, Yumi. Un error lo puede cometer cualquiera- Aelita  era así de sincera y amable con todos, ella siempre estaba ahí dispuesta a animar a cualquiera en cualquier condición en la que estuviera.

-Lo sé, pero también se que cometer un error en estas circunstancias nos puede llevar a la muerte- entre las dos depositaron al nuevo compañero sobre la mesa, que al no aguantar su peso se desplomó- me parece que habrá que comprar otra mesa- las dos se rieron.

-¿Qué ha sido ese ruido?- Sissi preguntaba lo mismo continuamente, desde que se habían separado del resto, había permanecido pegada al brazo de Ulrich, tenía que aprovechar esa situación.

-No es nada- repetía Odd sin ganas, aquella chica le estaba pareciendo demasiado pesada.

-Por este pasillo hay dos habitaciones, y supongo que en la otra ala de la casa habrá otras dos, y  el servicio en medio de los dos pasillos.

-¿Y como sabes todo eso?- preguntó Odd asombrado.

-¿Me tomas el pelo? Acabamos de revisar uno de los pasillos- Odd estaba muy despistado últimamente, era algo habitual en el, pero de todas formas no era algo bueno- las habitaciones son para dos personas, nos viene bien, aunque alguien tendrá que dormir solo.

-¡Me pido a Einstein!- gritó Odd

-De todas formas, eso ya se decidirá mas tarde, vamos a informar de esto a las chicas.

-¿Y Herve?- preguntó Sissi.

-¿Es que no es una chica?- el comentario de Odd hizo que todos excepto ella se rieran.

-Vosotros, venid rápido, Nicolas está inconsciente ahí abajo- los llamo Herve al pie de la escalera-bajaron en seguida  para comprobar que todo andaba sobre ruedas.

-¿¡Qué le ha pasado!?- observó horrorizada Sissi.

-Ha sido ella- Herve apunto con un dedo acusando a Yumi.

-Apareció detrás mío sin darme cuenta y pensaba que era un zombie, yo me haré cargo de el- se disculpó nuevamente con ellos.

-Eso no es suficiente, mira como has dejado al pobre Nicolas- se estaban pasando.

-Ya esta bien, Yumi ha dicho que lo sentía- puntualizó Ulrich, los demás estaban de acuerdo con el, esos dos empezaban a ser un incordio.

-Ahora el tema de las habitaciones, pronto será de noche, y es mejor que para entonces estemos ya en ellas, supongo que lo sabréis, pero esta totalmente prohibido encender cualquier tipo de luz, solo revelaría nuestra situación y nos atraparían- los seis asintieron al mismo tiempo.

-Hay cuatro habitaciones de dos camas, conviene que uno de nosotros haga guardia por la noche- avisó Jeremy.

-Bien, Aelita y Sissi dormiréis en una de las habitaciones del pasillo izquierdo, en la otra estarán….

-¡Einstein y yo!- pidió Odd.

-Vale, Odd y Jeremy en la habitación de al lado, en la otra parte, irán Herve, Nicolas, cuando se despierte y Ulrich

-¿Y tu?- preguntó este último.

-Yo haré guardia esta noche, os recomiendo que subáis a vuestros cuartos, apenas en unos minutos no veremos nada y será difícil llegar hasta ellos sin hacer ningún ruido- subieron tal y como ella dijo, aunque antes llevaron a Nicolas al cuarto de Herve.

Los del pasillo izquierdo dormían plácidamente, había sido un día muy duro y cayeron rendidos. No antes de que Jeremy le pusiera a Odd un trapo en la boca, sus ronquidos se escucharían en un radio de 3 Km.
Yumi estaba sentada en un viejo y polvoriento sofá oscuro leyendo uno de los libros que había cogido de la estantería, en la parte de debajo de la casa, estaban todas las persianas bajadas, por lo que no era peligroso encender algo de luz. Su linterna de bolsillo era muy práctica en momentos como esos.

Atenta a cualquier movimiento sospechoso, el mínimo ruido sería captado por sus oídos, y como estaba en completo silencio sería aun mas fácil. En ese momento la madera del suelo crujió tras ella, saltó ágilmente tirando a quien estaba detrás de ella.

-Tranquila, soy yo- dijo Ulrich, Yumi se quitó de encima un poco sonrojada – ahora puedo dormir tranquilo, porque se que si aparece alguien, lo acabarías en un momento- rió bajito.

-¿No puedes dormir?- preguntó ella volviéndose a sentar.

-No, todo esto ha sucedido tan de repente, el pensar que cualquier bicho de esos pueda entrar aquí en cualquier momento y que esté dormido….

-Te entiendo, pero debes descansar, sino mañana no tendrás fuerzas.

-¿Y tu no descansas?

-Yo no lo necesito, anoche dormí demasiado, por mi culpa mis padres….

-No fue tu culpa Yumi, ¿quien pensaría que algo así sucedería de un momento para otro?- se miraron fijamente a los ojos sonrojándose- oye, en cuanto a la habitación…puedes dormir en la mía si quieres, a mi no me importa, y seguro que es mejor que un sofá mugriento.

-Está bien- dijo tras pensarlo un poco- pero hoy pasaré la noche aquí, mañana habrá que salir a buscar algo de comida.

-Pues yo también me quedo aquí contigo, seguro que no te importa tener un poco de compañía ¿no?- eso sonó un poco mal y cuando se había dado cuenta ya lo había dicho, los dos se pusieron como tomates y se pasaron toda la noche hablando.

A la mañana siguiente, se despertaron sobre las 8, había amanecido, y un nuevo día comenzaba aunque eso no significaba que el día fuera a ser mejor que el anterior.

Yumi abrió los ojos observando que su cabeza yacía apoyada en el hombro de Ulrich, en ese instante se sobresaltó y se apartó bruscamente haciendo que el abriera un ojo.

-¿A dónde vas?- le preguntó al ver que ella se ponía sus botas de color negro.

-Hay que ir a por comida, ¿recuerdas?- Ulrich pensó durante unos segundos y recordó lo que le dijo la noche anterior.

-Te acompaño- dijo levantándose del incómodo sofá.

-No, iré sola- le cortó ella

-Es peligroso que vayas tu sola, podrían cogerte, es más seguro que vayamos los dos- intentó convencerla.

-Y ¿Quién cuidará la casa?, de los que estamos, solo Odd parece saber luchar, si los atacaran morirían todos. Y es mejor que muera una persona que todas- refiriéndose a ella, con cautela pero rápidamente, salió fuera, y su compañero no pudo hacer otra cosa que esperar a que volviera sana y salva.

Yumi caminaba silenciosamente escondiéndose entre los árboles, iría al supermercado más cercano, situado en una de las calles cerca de su casa.
Llegó sin ningún problema, entró por la puerta principal, que por suerte ya estaba abierta y se introdujo, cogió una cesta de color rojo, para poder ir almacenando la comida que recolectara y se dispuso a hacerlo.

Primero, cogió 3 cajas de leche, era conveniente escoger productos que no tuvieran que cocinarse, algunos tomates y patatas, 2 bolsas de patatas fritas, algunos bollos y algún que otro dulce. Finalmente iría a por la fruta y a por un poco de detergente, no usarían la lavadora, pero podrían lavar a mano sus ropas.
Ya estaba casi todo, el corazón de Yumi latía con fuerza, sabía que allí dentro no estaba segura, ya que podría haber más de un enemigo, pero ya casi había cogido todo lo necesario y la cesta no era muy pesada por si tenía que correr. Alzó su mano para coger el primer bote de detergente que pilló y se dispuso a salir, pero algo hizo que se detuviera al coger el producto.
En la estantería había aparecido algo extraño al extraer el detergente, un ojo de color rojo la observaba con rabia.
No tardó en reaccionar, salió corriendo, a pesar de hacer ruido, hacia la salida.
Más de un zombie se lanzó contra ella llegando a rozar su espalda, pero sin éxito, ahora que la perseguían no podía regresar a su escondite, sino los descubrirían a todos y  aquello sería un caos. Así que debía despistarlos como sea.

Se dirigió a su casa, y se encerró en su habitación después de asegurarse de que nadie mas estaba con ella. Aquellos monstruos golpeaban con fuerza la puerta, a este paso acabarían tirándola y Yumi comenzaba a asustarse, no había más remedio, saldría por la ventana.
Se encaramó  al pequeño escalón que estaba bajo el bordillo de su ventana y cuando la puerta comenzaba a rasgarse, saltó, cubriendo con sus brazos la comida. La caída no fue tan mala, a excepción de que se había torcido un tobillo y le costaba caminar, pero hizo caso omiso al dolor y continuó corriendo hacia el bosque.
Ya casi había llegado, solo debía cruzar el estrecho riachuelo y caminar unos metros más. Fue entonces cuando otro de ellos consiguió darle alcance. Se deshizo de el propinándole una patada en el costado y recogió 2 tomates que se habían caído al barro. Salió de allí con la cesta, después de darle dos tomatazos en la cara para evitar que viera hacia donde se dirigía.

Llegó a la entrada y golpeó dos veces seguidas, espero un segundo y golpeó nuevamente, acto seguido la puerta se abrió y Yumi entró a toda prisa.

-¿Qué te ha pasado?- se preocupó Ulrich por ella, todos la observaban patidifusos, su pelo alborotado, la cara manchada de barro, los pantalones rasgados y con heridas en las rodillas y encima cojeaba con el pie izquierdo.

-Cuando he cogido esto- levantando la cesta delante de ellos- me persiguieron varios de los zombies, me escondí en casa y cuando estaba llegando uno de ellos me atacó en el riachuelo.

-Pero eso está muy cerca de aquí, estás segura de que los has despistado, no quisiera que me atrapasen esos bichos asquerosos- quiso asegurarse Sissi, Herve asentía dándole la razón a ella.

-Estoy segura de que si lo ha hecho, ahora debemos curarte las heridas y ese pie- dijo Aelita, Yumi le dirigió una sonrisa de agradecimiento, menos mal que en el mundo había buenas personas, o de momento.
Yumi se sentó en el sofá y tras limpiar las heridas con un poco de agua que Ulrich había recogido esa mañana en un cubo, las vendaron, al menos algunos de ellos no habían estado todo el día haciendo el vago, y habían investigado más a fondo la casa, como para averiguar que había un botiquín de emergencias, toallas y mantas en los armarios del salón y algunos cubiertos oxidados en los cajones de la cocina.

-Ya estás- finalizó Aelita, se le daba bien eso de la medicina, y siempre había soñado con ser enfermera de mayor- ahora es mejor que comamos algo antes de que se haga tarde- el día había pasado volando, dentro de dos horas la oscuridad total se mecería en toda la ciudad y sabían de sobra lo que debían hacer.

En orden dieron varios sorbos a una de las cajas de leche y cada uno se comió un dulce de crema. Odd sin embargo no estaba lleno, le hacía falta más que eso para saciarse y no comprendía ni el cómo había conseguido aguantar tanto tiempo sin comer nada. Miró con cara de pena a Herve, el cual parecía no tener muchas ganas de cenar, aunque prefirió comérselo sin ganas antes de dárselo a él.

-¡Rácano!- le gritó con rabia.

-Puedes comerte el mío si quieres, hace unos días que tengo el estómago revuelto y prefiero no comer demasiado- le ofreció Aelita con amabilidad.

-Gracias princesa- lo cogió y en tres escasos segundo ya había desaparecido.

-También puedes coger el mío- dijo Yumi, no podía comer nada por el simple hecho de que no tenía ni pizca de hambre desde la mañana anterior.

-Pero tienes que comer algo, te has esforzado mucho en conseguirlo y necesitas recuperar fuerzas- le dijo Ulrich.

-No comeré, me voy a dormir, y vosotros deberíais hacer lo mismo, pronto todo se oscurecerá- cojeando subió las escaleras y se tiró en la cama.

Los demás acabaron de cenar e hicieron lo mismo, excepto Odd, esta vez le tocaba a él cuidar que todo estuviera en orden, aunque los libros no surtían el mismo efecto en el, así que se puso a dibujar en las páginas blancas de los libros, los cuales tenían la letra completamente borrada por el tiempo.

A media noche, Yumi se despertó por culpa de una pesadilla, las gotas de sudor resbalaban por su frente y su pelo estaba empapado, había dormido en ropa interior para poder evitar ese tipo de situación, aunque al parecer no había servido de nada. Ulrich dormía plácidamente en la cama de al lado, Yumi se levantó sin hacer ruido y de espaldas a él comenzó a ponerse los pantalones y la camiseta. Aunque su compañero no movió ningún músculo, notaba como su cara ardía al abrir un ojo y observarla vestirse.
Prefirió no decir nada, sino quizás no hubiera querido dormir más en la habitación de un “pervertido” aunque tampoco hubiera podido volver a dormir mas en esa casa.

En la habitación de Aelita y Sissi… extrañamente Sissi no podía conciliar el sueño, pero tampoco quería abrir los ojos, cada vez la aterrorizaba mas el solo pensar que abrir sus ojos le mostraría la cara de alguno de esos bichos.
Unos golpes retumbaron en la habitación, se sobresaltó y no se le ocurrió otra cosa que coger su móvil y alumbrar la ventana de detrás de ella. Su semblante de sobresalto cambió por completo a uno aterrorizado, un zombie golpeaba los débiles cristales con la palmas de sus manos, tenía la cara manchada de algo rojo con algunos grumos. Sissi avisó a Aelita y esta cuando vio la situación en la que estaban cogió el móvil y lo lanzó rápidamente contra la pared rompiéndolo.

-¿Pero qué crees que estás haciendo? ¡Ese me costó la paga de un mes!- le tapó la boca como pudo pero no sirvió de nada, entre la luz que había habido anteriormente y los gritos de Sissi, el zombie se había alterado y había roto el cristal. Entró dentro agarrando a Aelita pero Sissi no se volteó para ayudarla, sabía que tendrían que salir de allí. Salió de la habitación corriendo, chocando contra Yumi que paseaba por allí para asegurarse que todo estuviese en calma.

-¿Qué es lo que pasa?- preguntó quitándose a Sissi de encima.

-¡Han entrado y tienen a Aelita! Tengo que salir de aquí- bajó las escaleras a toda prisa para salir por la puerta principal.

-Espera- Odd la agarró del brazo evitando que hiciera una estupidez- no puedes salir, es peligroso.

-Más peligroso es quedarse aquí, han entrado por mi habitación ¡y nadie va a detenerme!- lo empujó con todas sus fuerzas haciendo que se cayera al suelo y se fue.
Corrió por el bosque unos metros hasta ser derribada por tres enemigos, por mucho que gritara para que alguien fuera a ayudarle solo conseguía atraer a más de ellos y para ella el final estaba cerca, la estaban devorando entre varios, la mordían por todas partes arrancaban cada tendón de su cuerpo.

Dentro de la casa la cosa se ponía cada vez peor, Yumi pegaba puñetazos a diestro y siniestro para librar a Aelita de las garras de esos sujetos, cuando lo consiguió salieron del cuarto cerrando la puerta tras ellas. Jeremy por el jaleo salió de su habitación preguntando lo que sucedía, sin previo aviso Yumi lo agarró  y tiró de él hacia adelante, les dijo a los dos que bajaran abajo con Odd para ayudarle a retener la puerta con las estanterías de la entrada,  al parecer los zombies de afuera habían terminado con el primer plato, ella avisaría a los demás

Entró en su habitación con un portazo despertando a Ulrich.

-Rápido, tenemos que irnos, han entrado por la otra invitación, y están en toda la casa.

-Ulrich aun medio dormido se puso sus zapatillas y le hizo caso a Yumi.

Fueron a la habitación de Herve y Nicolas para avisarles sin embargo era demasiado tarde para ellos.

Flashback:

Los gritos de Sissi se oían en ese ala de la casa y se asomó a la ventana para intentar adivinar que pasaba, un tremendo escalofrío recorrió su columna vertebral. Se escondió bajo la cama de su compañero por puro instinto.
Alguien entró en la habitación pero no tenía ninguna intención de averiguar quién era, porque se imaginaba que no tenía intención de ser su amigo. Ruidos extraños se oían encima de el, pero Nicolas estaba inconsciente, y a parte un líquido oscuro escurría desde arriba.
Un brazo cayó al suelo junto a él, esta vez estaba perdido, el zombie se agacharía y lo descubriría. Cerró los ojos con todas sus fuerzas y esperó, pero ese momento nunca llegó. Estaba a salvo, ¡sobreviviría!
Cuando se había tranquilizado completamente, algo lo amarró por las piernas y tiró de él. Se agarró al suelo con las uñas y dejó la marca en la madera.

Fin Flashback

-Vamos rápido, vienen por todos lados- gritó Ulrich a los tres que contenían la puerta, se apartaron de golpe y corrieron hasta la cocina recordando que allí había otra salida. Se colaron por la ventana y corrieron como nunca antes lo habían hecho.

Entraron en casa de Yumi y se encerraron en la habitación,  tenían que idear un nuevo plan para salir de ese aprieto.

-Se que podemos hacer, el coche de mi padre- propuso Yumi, no tenían ni idea de conducir, pero muy difícil tampoco sería y si no hacían eso morirían allí, así que no perdían nada por intentarlo. Su única salida era seguir huyendo hasta que se les acabara el tiempo.

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