martes, 29 de mayo de 2012

Code Lyoko Temporada 5 (8)



                                  Capítulo 8-Feliz Navidad (parte 2)


De camino a la fábrica…

-Vamos Jeremy tienes que correr mas rápido, seguro que Yumi y Odd están a punto de volverse cubitos de hielo- se quejó Ulrich, él y Aelita le esperaban en el ascensor.

-Ya estoy- entrando junto a ellos.

-Deberías de dejar de saltarte tantas clases de educación física- siguió Ulrich con sus acusaciones.

-Si fuera a esas clases ¿Quién construiría el Skid?- defendiéndose.

-¿Podéis parar los dos de pelearos?- Aelita se interpuso entre los dos, que parecieron entrar en razón gracias a su amiga- Primero la torre, os recuerdo que nuestros amigos están en peligro.

-Si-contestaron los dos al unísono pero sin muchas ganas.

En la sala de los escáneres…

-¿Estáis listos? Voy a empezar con la virtualización- Jeremy preparó los dos escáneres, pero algo raro sucedía, el escáner en el que se encontraba Aelita no funcionaba del todo bien, lo que hizo que ella tuviera que cambiarse al otro tras un aviso suyo. Y después prosiguió con el proceso- Transmitir Ulrich, transmitir Aelita, escanear Ulrich, escanear Aelita, Virtualización.

Los dos aterrizaron en el sector de la montaña- mas adelante se encuentra la torre, yo bajaré a revisar el escáner- y así lo hizo, sin darles tiempo para replicar.
Corrieron en esa dirección pero seguían sin divisar la torre.

-¿Donde estará esa maldita torre? Y para colmo tenemos compañía- protestó Ulrich corriendo hacia uno de los lados con Aelita de la mano, detrás de esa enorme roca los disparos de los bloques no los alcanzarían.

En la Ermita

Tanto Yumi como Odd se encontraban en el suelo sentados con sus gorros, bufandas y chaquetas puestas.
Odd se aburría y decidió tomarle el pelo a Yumi.

-¿Sabes?, dicen que si dos personas se abrazan, entran en calor mas fácilmente- extendiendo los brazos en su dirección.

-Si tienes frío utiliza esto- respondió Yumi con voz muy fría, era propio de Odd decir esas chorradas en ese tipo de situaciones, pero se le irían las ganas de soltar tonterías con la manta que le había lanzado a la cara.

-¡Eh!, si no querías abrazarme me lo hubieras dicho, no hacia falta lanzarme una manta con tanta fuerza a la cara- se quejó.

Al de un rato, seguían ahí quietos, sin decir nada, pero era notorio que la temperatura seguía disminuyendo, pues sus dientes empezaron a castañear.

-Cada vez hace más frío- vocalizó Yumi- ¿crees que lograrán desactivarla a tiempo?

-Seguro que si, Ulrich hará cualquier cosa si tú esta en peligro- esto último lo dijo más bajito, aunque Yumi lo oyó y se sonrojó

-Por cierto, lo que oliste antes, era realmente una tarta de chocolate, Aelita y yo la hicimos en secreto para vosotros- era mejor cambiar de tema u Odd seguiría haciendo comentarios que no venían al caso.

-¡En serio!- muy entusiasmado- ¿me dejarás probarla el primero?

-Cla-claro- asintió ella con una gota en la cabeza- será la compensación por haberte tirado la manta a la cara-

-¡Guay!- levantándose de improviso- eres la mejor Yumi- pero ella no estaba muy segura de que fuera totalmente comestible.

En Lyoko…

Los bloques parecían haberse dado cuenta de que estaban escondidos tras la roca y no dejaban de disparar.

-Tenemos que hacer algo para seguir avanzando, sino no llegaremos a tiempo- dedujo Ulrich.

-Por lo menos sabemos que la torre está cerca, pero aun así no podemos verla, ¿estará escondida?

-Puede ser… yo los distraigo y tu avanzas en busca de la torre ¿vale?

-Si- asintió Aelita y Ulrich salió por el lado izquierdo con el súper-sprint.

Solo eran dos bloques, uno de ellos fue eliminado en el instante en el que Ulrich pasó corriendo junto a él dándole una puñalada en el cuerpo. El otro fue un poco más difícil, por lo que se triplicó y cada uno de ellos le clavó su katana en una de las 4 caras del cubo.
-¡Ahora!- avisó a Aelita para que saliera de su escondite, ella así lo hizo, paso su mano sobre su pulsera con forma de estrella y unas preciosas alas brotaron de su espalda, no recorrió ni siquiera la distancia que había desde la roca y Ulrich cuando fue alcanzada por un láser que la hizo caer al vacío.

-¡¡¡Aelita!!!- gritó Ulrich sin poder hacer nada por ella, lo desvirtualizaron dos cangrejos.

En la sala de los escáneres…

Ulrich apareció muy alarmado y subió enseguida por el ascensor a la sala del superordenador, se sentó y tras ponerse el auricular empezó a hablarle a Aelita con la esperanza de que aun siguiera viva.

-Aelita, ¿estas ahí?, responde, ¿estas ahí?- con un tono mas desesperado, si a ella le pasaba algo seria su culpa por no haberla salvado.

-Si, estoy aquí, al parecer, no veíamos la torre porque estábamos en una plataforma mas arriba de la que deberíamos estar- Ulrich se alegró de que ella siguiera viva, y avisó a Jeremy de lo sucedido, pues se había quedado sorprendido por la forma en la que el corría hacia el ascensor.

-Está bien Ulrich, ocúpate de Aelita, en seguida acabo estoy y voy para allí- respondió Jeremy desde la sala de los escáneres.

-Vale, primero llamaré a Yumi para ver que tal andan.

En la Ermita

Cada vez era más difícil mantener los ojos abiertos, el frío empezaba a penetrar a través de sus chaquetas, Odd acababa de caer rendido, pero aun respiraba y Yumi no aguantaría mucho mas, sus párpados comenzaban a cerrarse lentamente. Un ruido inoportuno la salvó de dormirse.

El móvil estaba sonando en uno de sus bolsillos, lo cogió y con la voz entrecortada contestó.

-¿S-si?- logró decir.

-Yumi, soy yo Ulrich, ¿Cómo estáis?- valla pregunta mas tonta, la verdad era que no sonaba muy bien, pero debía preguntar.

-Odd se a-acaba de q-quedar do-dormido, y y-yo no agu-antaré mu-mucho mas- le costó decir aunque lo consiguió.

-Por favor Yumi no te duermas Aelita en seguida desactivará la torre- dijo alarmado, pero no obtuvo respuesta, y un sonido como el de un móvil estrellándose contra el suelo le impulsó a meterle prisa a Aelita.

-Aelita, no queda mucho tiempo, será mejor que corras hacia la torre esquivando los dos cangrejos, sino no podremos salvar a Yumi y Odd.

-Está bien- comenzó a correr en dirección recta, unos pocos metros la separaban de la torre, pero los dos cangrejos aparecieron delante suyo, impidiéndole el paso.

En la sala del superordenador…

-Ya estoy aquí, ¿que tal va la cosa?- preguntó Jeremy a la vez que salía del ascensor.

-Fatal, Yumi y Odd están a punto de congelarse y dos cangrejos impiden que Aelita entre en la torre- pero no pudo aguantar mas la espera, salio de allí corriendo, ahora que Jeremy estaba ahí podría ayudar a Aelita y el intentaría salvar a sus amigos.
A Jeremy no le hizo falta preguntarle nada, entendió perfectamente a donde iba.

-Aelita, intenta distraerlos para abrir un camino y pasar.

Ella así lo hizo, corrió hacia uno de los lados esquivando los láseres, y atrayendo los cangrejos hacia ella, se ocultó tras otra roca y salió volando hacia arriba pasando por encima de sus enemigos y entrando en la torre.

Se desplazó hacia el centro de la plataforma y fue elevada hasta otra un poco mas pequeña, frente a ella apareció una pantalla, puso su mano sobre ella y la torre fue desactivada.

En la Ermita

Ulrich golpeaba con todas sus fuerzas la puerta, pero era imposible, estaba demasiado congelada, siguió así durante un rato hasta que consiguió abrirla, la temperatura había subido considerablemente pero aun hacia bastante frío.
Entró con prisa y se arrodilló frente a Yumi, la sostuvo poniendo una mano en cada hombro de ella y zarandeándola suavemente de un lado a otro, con la esperanza de que se despertara.

Abrió los ojos lentamente y pestañeó unas cuantas veces.

-¡Yumi! ¿Estas bien?- ella asintió con la cabeza.

-No es que me importe, pero yo también he estado a punto de congelarme- interrumpió Odd detrás de Yumi, había conseguido levantarse, pero no podía mantener el equilibrio.

-Em…si, ¿tu estas bien Odd?-dijo con disimulo.

-Si, aunque no estaría mal algo de comer- guiñó un ojo a Yumi.

-Primero avisaré a Jeremy de que estáis bien, y luego hablaremos de comida- así lo hizo y un rato después los cinco estaban sentados en el suelo con la tarta frente a ellos.

-¿Esta es vuestra tarta?- preguntó Ulrich poniendo una cara no muy buena.

-Si, nos esforzamos mucho en hacerla- respondió Aelita.

-¿Sigues queriendo probarla Odd?- le advirtió Jeremy.

-Claro que si, no es la tarta más bonita que he visto, pero seguro que no tiene nada que ver el sabor con la apariencia, además huele que alimenta.

-Si, claro…- bueno puedes comértela toda, nosotros no tenemos hambre- habló Yumi de parte de todos.

-Jeremy, quiero darte una cosa, ¿podrías venir conmigo al piso de arriba?- sin darle tiempo a responder cogió su abrigo, lo agarró de la mano y se lo llevó a rastras.

-Esto…Yumi, ¿qui-quieres que demos un paseo?- se animó a preguntarle.

-Por mi está bien, pero ¿que hacemos con Odd?

-No te preocupes por él, mientras tenga comida por medio no se dará ni cuenta de que nos hemos ido- también cogieron sus cosas y caminaron frente a una ventana de la casa.

Con Aelita y Jeremy…

-Bueno, Yumi me dijo que en navidad, las parejas se regalan cosas, y yo, te he comprado esto- Aelita sacó de su bolsillo las entradas y se las mostró.

-Es genial Aelita, pero a mi…se me olvidó comprarte algo, comprenderé si no quieres volver a hablarme- se lamentó, había estado demasiado ocupado con el tema del viaje sorpresa.

-No pasa nada, tú ya me has hecho el mejor regalo de todos.

-¿A si?- no sabia muy bien de lo que estaba hablando, pero lo importante era que no se había enfadado con él.

-Claro que si, tonto, tú me materializaste aquí, incluso gracias a ti pude ver mi padre, y eso es muy importante para mí- sin avisar, Aelita lo abrazó con fuerza, causando un gran sonrojo por parte de Jeremy- Gracias.

Con Yumi y Ulrich…

Los dos se habían parado y observaban el cielo estrellado, no se atrevían a decir nada, pero algo había que hacer, no podían seguir así, sin decirse nada.

-Yo…-dijeron los dos al mismo tiempo.

-Tú primero- dijo Yumi.

-Bueno…esto….yo…toma, esto es para ti- Ulrich sacó de una bolsa, un regalo envuelto en papel de regalo de color rojo.

-Gracias, esto también es para ti- ella también sacó su regalo que tenia una forma un poco mas rectangular, y el papel de regalo contenía adornos navideños.
Se intercambiaron los regalos mutuamente.

-Sé que es una costumbre Japonesa no abrir el regalo frente a la persona que te lo da, ¿pero podríamos hacer una excepción hoy?, me gustaría saber tu opinión.

-Vale- Yumi empezó a abrir el suyo, y quedó fascinada, un precioso oso de peluche, de color negro y muy suave- Gracias Ulrich, me encanta- le gustaba mucho, y eso alegraba a Ulrich, pero el no parecía tan contento al abrir el suyo- ¿qué es lo que pasa?, ¿no te gusta el reloj? Si quieres todavía se puede cambiar por otro modelo.

-No es eso, tu regalo me encanta- “prácticamente cualquier cosa que tu me dieras me gustaría” pensó- pero no me parece justo, seguro que te ha costado mucho mas que el mío.

Yumi se acercó aun mas a el, para que la mirase a los ojos- ¿Sabes? Lo importante no es quien haya gastado mas dinero, sino, el detalle, y tu regalo me encanta- eso pareció animarle- además, tampoco es que me haya costado tanto, mi hermano tiene muchos contactos.

Con Odd…

Ya se había comido toda la tarta, y había notado la ausencia de sus amigos, así que decidió buscarlos.

Con Yumi y Ulrich…

No podían dejar de mirarse, los dos parecían hechizados, y comenzaron a acercarse lentamente. Pero como no, algo molesto los devolvió a la tierra.

-¡Hey chicos!- grito Odd desde la ventana más cercana- ¿no hay regalo para mi o que?

Los dos sonrojados por la situación en la que los había interrumpido se separaron bruscamente.

-Ahora te lo damos Odd, Aelita y yo nos hemos acordado de ti- respondió Yumi, Odd volvió a entrar dentro y ella antes de salir corriendo hacia la entrada, le dió un beso en la mejilla a Ulrich, sonrojándolo aun mas.

Dentro de la Ermita

-Toma este es tu regalo- Aelita le extendió un paquete un poco pequeño y aplastado, demasiado fino se podría decir, pero bueno, era un regalo de todas formas.
Odd lo abrió corriendo, y muy ilusionado.

-¡¿Qué?! ¡Que se supone que es esto! ¿Unas plantillas para los pies?- no se lo podía creer- pero ¿Qué es lo que os pasa a todos con mis pies?

-Esas plantillas absorberán el mal olor y lo echarán por la planta de la zapatilla.

-Jejeje, mira como me río, no me hace ni pizca de gracia, y yo que confiaba en vosotras…

-Tranquilo, amigo yo tengo un regalo mejor para todos- lo intentó animar Jeremy- mi padre me ha dado permiso, y cuando acaben las clases nos regalará un viaje a unas casas de madera durante 3 días y 2 noches.

-¿En serio?- se sorprendió Aelita.

-Eres el mejor Einstein- dijo Ulrich.

-Si, estoy de acuerdo con vosotros- apoyó Yumi.

-¿Y a ti que te parece Odd?- todos se giraron hacia el.

-Es urgente, tengo que ir al servicio, enseguida vuelvo- y desapareció de allí.

-¿Será que no le ha gustado mi regalo?- comentó un preocupado Jeremy.

-No, a mi me parece que tiene que ver con cierta tarta que Aelita y yo hicimos- aclaró Yumi.

Y todos se reían a más no poder, excepto Odd, que no le haría mucha gracia saber la causa por la que pasaría una hora en el servicio.

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