martes, 29 de mayo de 2012

Code Lyoko Temporada 5 (7)

                                           Capítulo 7- Feliz Navidad (parte 1)


Las vacaciones de invierno se acercaban, pronto sería navidad y unas merecidas vacaciones no estarían mal. Sobre todo para nuestros héroes.

En la cafetería…

Todos comían, las clases ya habían terminado y tendrían que volver con sus familias.

-¡Qué bien!, ya llega la navidad- se alegraba Aelita, pero los demás no parecían muy contentos- ¿Qué es lo que os pasa?

-No me apetece en absoluto pasarme la navidad estudiando y oyendo los sermones de mi padre- se quejó Ulrich.

-Pues yo…-intervino Odd con cara de pena- tendré que aguantar a las pesadas de mis hermanas, no os podéis ni imaginar lo malvadas que son, cogen a Kiwi sin que me de cuenta y lo visten de duende- lamentándose, los demás solo soltaban risitas nerviosas al imaginarse a Kiwi con pinta de duende.

-Yo no lo pasaré tan mal- se explicó Yumi- estaré aquí, en la ciudad, pero con X.A.N.A. al acecho no me quedaré tranquila.

-¿Y a ti Jeremy?, ¿qué es lo que te pasa?- preguntó Aelita con curiosidad.

-Me preocupa que estés aquí sola durante tanto tiempo- en esta ocasión no podría irse con el.

-No te preocupes por mi, yo estaré bien, no va a pasarme nada- lo tranquilizó con una sonrisa.

-Tengo una idea- soltó de repente Yumi- el día de noche buena podríamos volver todos y pasarlo junto a Aelita- propuso

-Me parece bien, y la Ermita estará libre- apoyó Ulrich.

-Vale, pues si estamos todos de acuerdo que así sea- finalizó Odd, planearon durante la hora de comer lo que harían.

El día de Noche Buena…

Aelita, Yumi, Ulrich y Odd esperaban en la entrada de la Ermita a Jeremy. Habían estado hablando de cómo pasaron esos días con sus familias.

-¡Ya estoy aquí chicos!- los saludó Jeremy a lo lejos.

-Menos mal que has venido Einstein un poco más y nos congelamos aquí fuera esperándote- le echó la culpa Odd.

-¿Que tal ha quedado todo?- preguntó el haciendo caso omiso a los reproches de su amigo. Se estaba refiriendo a la Ermita.

-Muy bien- contestó Aelita- Yumi y yo vinimos ayer y la hicimos un poco mas acogedora- continuó.

-Recogimos y ordenamos un poco el salón, hay una pequeña estufa, y la cocina todavía se puede utilizar para cocinar- explicó Yumi a los chicos mientras pasaban dentro. Los tres se quedaron alucinados, aquello no estaba tan mal como se lo habían imaginado. En el salón había dos sofás un poco viejos pero en buen estado y una pequeña mesita de madera que adornaba el centro. La cocina en cambio, estaba muy limpia y efectivamente se podría utilizar todavía.

-Habéis hecho un buen trabajo- las halagó Ulrich.

-Queremos algo a cambio- pidió Yumi a los tres.

-Ya me extrañaba a mi- Odd puso cara de desconfiado.

-Una tarde de compras por el centro comercial- aclaró Aelita, a los chicos no les gustó mucho la idea, pero tuvieron que acceder, al fin y al cabo ellas se habían molestado en arreglar parte de la casa.

Eran las doce del medio día, ya se habían instalado en la Ermita y ahora se disponían a salir para comprar algo. Cogieron sus bufandas, sus abrigos y sus gorros de lana y salieron.

En el centro comercial…

-Bueno… quedamos en la entrada a las tres de la tarde- Yumi cogió a Aelita del brazo y se la llevó con ella.

-¿Qué?- dijeron los tres boquiabiertos, no entendían nada, pero ellas ya se habían ido de allí.

 -¿Qué hacemos ahora?- preguntó Ulrich.

-Pues….comprar, ya que estamos aquí voy a cogerle algo a Kiwi para navidad- empezando a caminar- y tu también deberías comprarle algo a Yumi- haciendo que se sonrojara.

-¡¿Qué dices?! Métete en tus asuntos- se fue enfurecido hacia otro lado.
Jeremy estaba ahí quieto, sin moverse, sin decir nada, pero tuvo una idea, sacó su móvil y marcó el número de su padre.

Con las chicas…

-¿No te gusta la idea Aelita? Pasaremos una tarde de chicas las dos solas.

-Si, me parece bien, pero ¿no crees que hemos sido un poco bruscas al dejarles allí solos sin darles ninguna explicación?- dudó en haber hecho bien.

-No te preocupes por ellos, una hora antes de las tres iremos a la Ermita y les prepararemos una tarta- propuso Yumi.

-Eso es genial, pero yo no se cocinar- avisó

-Yo tampoco pero se la comerán de todas formas- con una sonrisa maliciosa- ¿entramos en esta tienda?- señalando una en la que había muchos regalos bonitos de navidad.

Con Ulrich…

Caminaba de un lado a otro, sin fijarse mucho por donde iba, por una parte Odd tenía razón, debería comprarle algo a Yumi, seguro que ella se habría acordado, y si el no tenía nada para ella… pasaría como en su cumpleaños, se enfadaría mucho con el.

De improvisto sus ojos se posaron sobre una tienda que se encontraba en una esquina, en el escaparate habían cosas bastante femeninas, perfumes, pulseras… y cosas por el estilo, pero ¿que le cogería a Yumi?, ella no era como las demás chicas de su edad, tenía otros gustos y…será mejor mirar dentro para ver que hay. Se decidió finalmente.

Con Jeremy…

-¿Qué te parece la idea?- le preguntaba a su padre por el móvil- será estupendo, son muy buenos amigos, y sería genial que me dejarás hacer el viaje- intentando convencerle.

-Está bien hijo, pero solo porque parecen buenos chavales, sobre todo esa amiga tuya, Aelita ¿no?- dijo su padre desde el otro lado de la línea.

-Emmmm si papa hasta luego- cortando la llamada. Ahora tenía pensado buscar a Odd y a Ulrich.

Con las chicas…

Miraban sin parar tiendas de muchas clases.

-Oye Aelita, ¿ya le has comprado algo a Jeremy?- preguntó Yumi.

-No- dijo algo sonrojada- no sabía que cogerle y…

-¿Que tal esto?- señalando a un cartel, en el aparecía un anuncio sobre un nuevo museo que estaban a punto de inaugurar- podrías invitarle a ir contigo, además las entradas son baratas- la convenció.

-Es buena idea, las compraré- se decidió, cuando vino de vuelta con ellas- ¿y tu Yumi?- se dirigió a ella, ahora era su turno.

-¿Yo que?-haciendo plantas de que no sabia a que se refería.

-Sabes muy bien de que hablo, ¿que le has comprado a Ulrich?- fue directa al grano, su amiga se sonrojó hasta mas no poder por aquella pregunta.

-Te lo enseñaré pero no se lo digas a nadie ¿de acuerdo?- le hizo prometer, Aelita asintió con la cabeza. Yumi abrió una caja bastante pequeña de color azul y su regalo fue visible.

-Es precioso- comentó Aelita- seguro que le gusta. Pero da la sensación de que es un poco caro.

-En absoluto, es de los más normalitos, y un amigo que trabaja allí me hizo un descuento especial- volviendo a guardar el regalo- además, lo que importa es la intención, no lo que te gastes- puntualizó. Pero en seguida se arrepintió de sus palabras.

-Me parece que tu intención era buena, seguro que pensaste mucho en el para cogerle eso- se rió Aelita al ver de un vivo color rojo a su mejor amiga.

-Vámonos ya a la Ermita, quedan tres cuartos de hora para que den las tres en punto- rumbo a la salida.

Con Odd…

-Este hueso de plástico será un estupendo juguete para mi querido perrito- lo compró y salió de la tienda- fue una lástima que me equivocara con el regalo de Yumi el día de su cumpleaños, ahora he tenido que volver a comprarlo y es mas caro que la última vez- se lamentó. Caminó un poco más y se encontró a Jeremy.- Ey ¿Qué tal Einstein? Ya has encontrado algo para Aelita- gritó a lo lejos.

-Baja la voz- le pidió el- vamos a buscar a Ulrich, ya pronto serán las tres.

Con Ulrich…

-Esto es perfecto para ella, es muy suave, y blandito seguro que le gusta- habló consigo mismo, pagó por el regalo y nada mas salir de la tienda vio a sus amigos.

-Vaya, así que me has hecho caso ¿e?- se alegró Odd.

-Lo que tu digas, ahora vamos que nos estarán esperando.

Con las chicas…

Tenían la cocina hecha un desastre, Aelita limpiaba lo más rápido que podía mientras Yumi acababa la especie de tarta que intentaron hacer. Habían comprado incluso un libro de cocina pero con la forma no habían acertado, la tarta no era muy redonda, mas bien cuadrada y el chocolate no estaba bien repartido por toda la superficie, en cuanto al sabor…no se atrevían a probarla, usarían a Odd como conejillo de indias.

-Corre, tenemos que irnos ya o no nos dará tiempo a llegar al centro comercial- se alarmó Aelita, cogieron rápido sus cosas y se fueron corriendo.

Con los chicos…

-¿No se están retrasando mucho?- preguntó Ulrich.

-Quizás sea un ataque de X.A.N.A.- pensó Jeremy.

-No hay que preocuparse, ya sabéis como son las chicas con las compras, empiezan poco a poco y luego no hay quien las pare- los tres se rieron.

Y en ese momento Aelita y Yumi aparecieron por uno de los lados, habían entrado por otra entrada, para que no sospecharan nada.

-¿Habéis esperado mucho?- preguntó Aelita

-No, solo un cuarto de hora- respondió sarcástico Odd.

-No deberías quejarte, pero ahora vámonos a comer que tenemos hambre- nadie excepto Aelita entendía nada de lo que había dicho Yumi, pero al escuchar la palabra comida a Odd se le olvidó el tema.

-Cada uno pagará su parte- avisó Ulrich, todos asintieron menos Odd.

-¿Por qué no nos repartimos lo que gastamos entre todos a partes iguales?- sugirió Odd.

-Porque tú comes el triple que nosotros y nos quedaríamos sin dinero- respondió Jeremy, todos le daban la razón a él.

Ya eran las cinco de la tarde cuando volvieron a  la Ermita, se estaba haciendo de noche y hacia más frío que antes.
Odd, Ulrich y Yumi veían una película en la pequeña televisión que Yumi había traído de su casa para no aburrirse. Mientras tanto Jeremy y Aelita estaban trabajando en el proyecto.

-¿No huele a chocolate?- preguntó Odd sin avisar. Aelita y Yumi intercambiaron una mirada.

-N-no, será porque te has quedado con hambre después de comer en aquel restaurante- se le ocurrió decir a Yumi.

-Podría ser… he comido muy poco- se quejó.

-¿Poco dices?- participó Ulrich en la conversación- has repetido dos veces cada plato, y porque no te llegaba el dinero, si no hubieras comido aún más- todos se rieron.

El ruido de la estufa rompiéndose calmaron aquellas risas, eso no era normal, en todos los años que Yumi había usado esa estufa nunca se había estropeado, y no era muy vieja.

-Una torre activada- avisó Jeremy. Toda la zona en la que estaban empezaba a congelarse, y la temperatura no dejaba de bajar- hay que salir de aquí.
Los cinco corrían hacia la puerta, Jeremy salio sin problemas detrás de Aelita, pero cuando Ulrich se disponía a salir, la puerta se iba a cerrar de un golpe.

-¡Cuidado!- gritó Yumi, lo empujó con todas sus fuerzas y gracias a eso Ulrich pudo escapar, pero Yumi y Odd se quedaron allí encerrados.

-A la fábrica, rápido- se fueron corriendo.

-Os habéis fijado en que dentro de la Ermita hace mas frío que aquí fuera- dedujo Aelita.

-Si, es verdad, si no desactivamos la torre es posible que se congelen- dijo Ulrich alarmado.

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